Al sur de la ciudad de Dolores, en Soriano, se encuentra el lugar ideal para paseos y caminatas. Es un parque con una vegetación variada y tupida, donde las flores y los arbustos componen un paisaje que acaricia la vista.
Es la Península Timoteo Ramospé, un rincón que otrora fue una isla casi inaccesible y hoy día está convertida en un destino obligatorio, tanto para turistas como para sus pobladores.
A comienzos del siglo XIX, específicamente en 1913, un señor llamado Timoteo Rasmopé, a quien por supuesto debe la península su nombre; tuvo la idea de empezar a limpiar y construir caminos, uniendo más adelante la isla con las tierras de Dolores, hasta representar un hermoso espacio para el esparcimiento y recreación en un ambiente armonioso.
Cuando llega el verano, los visitantes pueden disfrutar de las pequeñas playas y tomar el sol en la orilla del mar o nadar en las zonas habilitadas. La Península Timoteo Ramospé es la muestra de que pueden realizarse obras civiles y arquitectónicas, sin que se destruya la naturaleza; pues aunque cuenta con un sistema eléctrico, caminos de asfalto y otras construcciones, el ambiente rico de una variada flora, ha prevalecido a través de todo este tiempo.
Actualmente se permite a los visitantes realizar acampadas, practicar deportes náuticos, también pueden gozar de baños, vestuarios y algunos quioscos que ofrecen variedad gastronómica.
Cada vez se ejecutan nuevos trabajos para embellecer el parque, que también cuenta con una rambla de acceso, la plazoleta Garibaldi y unos jardines dispuestos para su contemplación.
El Río San Salvador rodea la ciudad de Dolores y es un paisaje que puede ser contemplado desde la península, donde crece una vegetación variada, en la que predominan los sauces que se posan sobre este gran lago de agua dulce.
